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martes, 16 de enero de 2024

Mi tío


Y
o tengo un tío muy especial. Un tío que siempre  soñó ser un gran orador, pero que por esas cosas de la naturaleza, tenía la peor memoria que ojos hu­manos hallan visto. Y no era problema de vejez, ni cosa por el estilo, porque dice mi padre que de niño para poder aprobar los exámenes, mi tío que en aquel momento todavía no lo era porque yo no había nacido, tenía obligatoriamente que fi­jarse por la libreta o de lo contrario suspendía sin remedio. 

Lo peor del asunto es que de tan mala memoria a mi tío se le olvidaba llevar la libreta para fijarse, por lo que obviamente, sólo llegó a aprobar el segundo grado. Y eso, porque la maestra era muy amiga del padre de mi tío. 

En fin ... Este tío mío era así, pero nunca dejó de soñar con la posibilidad de convertirse en el mejor orador del pueblo y conocedor de su problema decidió preparar con antelación su "primera despedida de duelo.” Escogió para ello a una vecina que estaba aquejada de una enfermedad incurable: "Margarita.” 

Durante los dos años que duró la ago­nía de la pobre señora, mi tío, que ya había escrito su discurso, se la pasó aprendiéndose aquel labe­rintos de palabras por él creado. Y por fin, un día, falleció Margarita y mi tío en el entierro, se subió en un taburete y soltó su oratoria que decía así:


Señoras y Señores: 

Estamos ante lo irremediable y todos uste­des saben porqué, lo irremediable porque la naturaleza es sabía e hizo un lugar para cada cosa y por tanto cada cosa va a parar a su lugar. Ahora, el Señor nos lleva a Margarita. La lleva junto a él; Algunos creerán que este es el momento de abrirle la fosa a Margarita, como habitualmente se hace... Pero ¡no...! Ya la fosa de Margarita está abierta desde hace un buen rato y muchos de los presentes lo saben porque no se hizo en silencio. Algunos amigos, de los más allegados a Margarita la abrieron con sus propias manos desde que supieron que más temprano que tarde iría a unirse al señor. Estoy seguro que esto agradó a Margarita, mujer sociable que no ha tenido nada de ella, porque todo lo entregó a los demás. 

Ahora el señor se la lleva con él ... La aleja físicamente de nosotros y la recostará en la inmensidad y allí la templará en esa nueva fase de la vida que es la gloria. Y allí, ella sentirá lo que repetía aquí: “A los problemas, siempre por delante, nunca por de­trás" ... Pero nosotros llenos de imperfecciones a diferencia de Margarita, sabemos que no siempre se le puede dar el frente a la vida. A veces hay que darle la espalda a algún problema. Y Margarita que debe aprender a vivir esta nueva misión junto al señor, tendrá seguramente que aceptar no siempre dar el frente, por aguerrida y valiente que sea. 

¡Apriétala en su seno, señor, cuando estén juntos! ¡Qué sienta vuestra presencia como antes sintió la nuestra! ¡Tóquela señor en lo más profundo de su alma! ¡Métele en mente su compresión del nuevo mundo de tinieblas en el que comenzará a brillar! ¡Echele dentro toda la caridad de su virtud! Y luego, señor sáquela despacio a su nueva dimensión espiritual. 

Margarita, te extrañaremos. ¿Dónde encontrar ahora otra amiga como tú, capaz de abrirse sentimentalmente cada vez que te necesitábamos? Pero ahora perteneces sólo al señor y nosotros nos tendremos que conformar con pensar en tí cada noche y rezarte un Ave María, Margarita. 

Recordemos entonces la célebre frase que alguna vez, dijo un filósofo: ''Ante la inmensidad de la Gloria del señor, que se parta, pero que no se doble." ¡Gloria a todos! 

El éxito fue tan sonado, que mi tío prefirió no volver a arriesgarse, dejando así en el pueblo, la imagen de una de las mejores despedidas de duelo de todos los tiempos. Desde ese momento lo llamaban "El orador maravilloso.”

Pasaron los años y la fama empezó a perderse, pero el tío mío no se atrevía a repetir la prueba a pesar de que increíblemente aún recordaba a la perfección, aquella primera y única despedida de duelo. Y un día, en la boda de Margarita, la hija más chica de la difunta Margarita (la de la despedida de mi tío), este contento y con unos tragos de más, aprovechó el momento en que el novio y la novia iban a salir para la Luna de miel y pidiendo silencio a los presen­tes se subió en una silla y dijo que iba a despedir a la agraciada muchacha: 


Señoras y Señores: 

Estamos ante lo irremediable y todos uste­des saben porqué, lo irremediable porque la naturaleza es sabía e hizo un lugar para cada cosa y por tanto cada cosa va a parar a su lugar. Ahora, el Señor nos lleva a Margarita. La lleva junto a él; Algunos creerán que este es el momento de abrirle la fosa a Margarita, como habitualmente se hace... Pero ¡no...! Ya la fosa de Margarita está abierta desde hace un buen rato y muchos de los presentes lo saben porque no se hizo en silencio. Algunos amigos, de los más allegados a Margarita la abrieron con sus propias manos desde que supieron que más temprano que tarde iría a unirse al señor. Estoy seguro que esto agradó a Margarita, mujer sociable que no ha tenido nada de ella, porque todo lo entregó a los demás. 

Ahora el señor se la lleva con él ... La aleja físicamente de nosotros y la recostará en la inmensidad y allí la templará en esa nueva fase de la vida que es la gloria. Y allí, ella sentirá lo que repetía aquí: “A los problemas, siempre por delante, nunca por de­trás" ... Pero nosotros llenos de imperfecciones a diferencia de Margarita, sabemos que no siempre se le puede dar el frente a la vida. A veces hay que darle la espalda a algún problema. Y Margarita que debe aprender a vivir esta nueva misión junto al señor, tendrá seguramente que aceptar no siempre dar el frente, por aguerrida y valiente que sea. 

¡Apriétala en su seno, señor, cuando estén juntos! ¡Qué sienta vuestra presencia como antes sintió la nuestra! ¡Tóquela señor en lo más profundo de su alma! ¡Métele en mente su compresión del nuevo mundo de tinieblas en el que comenzará a brillar! ¡Echele dentro toda la caridad de su virtud! Y luego, señor sáquela despacio a su nueva dimensión espiritual. 

Margarita, te extrañaremos. ¿Dónde encontrar ahora otra amiga como tú, capaz de abrirse sentimentalmente cada vez que te necesitábamos? Pero ahora perteneces sólo al señor y nosotros nos tendremos que conformar con pensar en tí cada noche y rezarte un Ave María, Margarita. 

Recordemos entonces la célebre frase que alguna vez, dijo un filósofo: ''Ante la inmensidad de la Gloria del señor, que se parta, pero que no se doble." ¡Gloria a todos! 

Por supuesto, dice mi padre, que desde ese momento, mi tío también olvidó que una vez soñó con ser orador.  

Roberto Fernandez

jueves, 4 de enero de 2024

El Gordo y el Flaco en el Colmao Restaurant


D
os cómicos cantantes cu­banos se hacen cita en el Restaurante "El Colmao" de Los Angeles, California y...
_ Gordo, tengo que darte una noticia. Mi hermano Bartolito acaba de ser padre de unos gemelos.
_ ¿Tu hermano tuvo gemelos!
_ Mi hermano, no; la mujer de mi hermano.
_ Si, si, eso quise decir mi querido Flaco. Asi que gemelos.
_ Si señor. Y tremendo susto que pasó ayer mi hermano, ocasionado por el parecido que tienen.
_ ¿Qué pasó?
_ Bueno, te diré que Los gemelos se están alimentando con leche Similac y mi cuña­da le dijo a mi hermano: "Bartolito, va­mos a compartir el trabajo. Tú le das Los 8 pomos de leche que le tocan en el día a éste; y yo le daré los 8 pomos de leche que le tocan a éste otro.”
_ ¿Y Qué pasó?
_ Chico que debido al parecido que tienen, mi hermano se confundió y le dio durante el día 8 pomos de leche al mismo que su mujer le había dado 8 pomos de leche también.
_ Pero Flaco ... ¡Eso es un problema tremendo!. y ... ¿Cómo están Los niños?
_ Gordo, el que más ha tornado leche tiene diarrea y el otro ya aprendió a decir: ¡ay mama...!
_ Flaco ... A tu familia le ocurren cada cosas... Y hablando ...Pf .. de cosas que le ocurren, ¿Qué te ha pasado a tí que tienes ese chichón enorme en la frente?
_ ¡Ay ... ! No me digas nada, que las cosas que me pasan a mi, no le pasan a nadie.
_ Pero, cuentame, ¿Qué te sucedió?
_ Tu vistes el Poste de hierro que pusieron ayer en el pasillo de mi casa?
_ Si, yo lo vi.
_ Pues yo no lo vi.....
_ Mira dejate de chillar que viene Lola la camarera para pedirnos como de cos­tumbre nuestra orden de almuerzo. Pero ¿qué te parece si le cantamos una canción?, mira esa que dice asi:
“La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar, porque le falta porque le falta las dos patitas de atrás.
_ Gordo pero aquí en Los Estados Unidos, esa canción se canta de otra manera.
_ ¡No me digas! Y ... ¿Cómo se canta aquí?
_ Escucha: La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar, porque le falta, porque le falta, el arroz frito del Colmao.
_ Flaco mira que tu eres adulador... Lo que pasa es que tu quieres congraciarse con el cocinero, porque sabes que hace un rico arroz frito y tu deseas que te lo den gratis.
_ Chico no me descubras, tu eres mi amigo o mi enemigo... Y mira, hablando de enemigos, yo tengo miles en mi casa.
_ Pero... ¿Cómo es eso?
_ Pues mi enemigo son exactamente miles de cucarachas que se me han colado en la cocina de mi casa.
_ Pero yo recuerdo que te di un pomo de un veneno para matarlas todas.
_ Si, pero quien las agarra para dárselo en la boca.
_ Mira mejor nos vamos que ya nos sirvieron la mesa.
_ Y así les decimos el Gordo y el Flaco, que si se quieren divertir en el próximo escrito te haremos reir.


Roberto Fernandez

Día de la Conmemoración de los Caídos

 


jueves, 28 de diciembre de 2023

“La Señora González,”


L
a Señora González decidió visitar a una de sus escasas amistades. Mientras conversaba vio a la pequeña hija de su amiga hablando a solas en el patio de su casa y eso bastó para que pensara: ¡Qué es eso…! ¿Una niña hablando a solas? ¡Infeliz… Tiene serios problemas psiquiáricos! Al día siguiente ya había llegado a oídos de medio barrio.


Otro día al pasar junto a la cerca de la casa de su amiga, observó por una de las endijas como la niña había colocado unos palos de escobas y encima unas laticas vacías de conservas simulando un grupo de micrófonos. Por ellos la pequeña hablaba y hablaba imitando a las heroínas de las novelas radiales de la época. Eso bastó para que la Señora González pensara: ¡Uuyy…! ¡Infeliz, tienen serios problemas psiquiátricos! Minutos después barrio y medio sabía la noticia.


Desde ese instante todo su interés estuvo en vigilar a la chiquilla que lo mismo hablaba con las hormigas, con una lagartija o se ponía a bailar inesperadamente en medio de la calle al compás del sonido de los automóviles. Siempre la Señora González terminaba repitiendo y luego comentando por toda la Ciudad. ¡Mírenla… Infeliz, tiene serios problemas psiquiátricos!


La niña se hizo mujer, abandonó la escuela, se casó, se divorció, se volvió a casar, se volvió a divorciar y regresaba a casa a las horas más inesperadas, acompañada de personajes bien raros; lo mismo un mendigo, que un muchacho de escasísima virilidad, que una madre con un niño, que un perro lleno de sarna… Y siempre los ojos escrustadores de la Señora González, espiando cada minuto, y siempre la misma frase, que después rodaría por todo el país… ¡Infeliz, tiene serios problemas psiquiátricos!
La muchacha se hizo actriz… Actriz cómica, y cuando la Señora González la vio aparecer por primera vez en televisión, comentó con cuanto conocido tropezaba: ¡Mírenla, mírenla… Infeliz, tiene serios problemas psiquiátricos!


La fama de la actriz creció y muy pronto era la preferida de un público que amaba tanto, la risa como la paz. Fue en ese tiempo, cuándo sentada debajo de un árbol, mientras conversaba con un grupo de abejas, vio pasar a la Señora González; la que hacía ya algún tiempo, caminaba sola y sucia por las calles del barrio, sin hablar con nadie y sin ser atendida siquiera por la brisa de la mañana. La actriz al verla pensó muy triste: ¡Mírenla… Infeliz, tiene serios problemas psiquiátricos!.

Roberto Fernandez

Caso Cerrado y... eh dicho!!!!


H
oy es un día especial para Caso Cerrado y estamos como invitado de honor en esta Sala con la Doctora María Polo, y que tiene, como nosotros la esperanza de que pronto sea nuestra patria Cuba, libre y soberana como lo soñó Martí, ¿verdad Maku?


–Si Roberto, me siento muy contento de estar aquí en Caso Cerrado, y mucho más que nos vean en la televisión de Miami.
–En Caso Cerrado...hay mamá. Pues si es así me voy... Yo la TV no la quiero ver ni en pintura.
–Un momento, como vas a decir eso, después de haber sido anunciado. Mira yo creo que tu le debes explicar al público oyente que es lo que te sucede con la Televisión y sobre todo sobre Caso Cerrado, porque eso no debe ser normal.
–Mira, mejor escucha y tu me darás la razón:


“Yo la Televisión no la quiero
ni de jarana en mi casa,
porque ¿saben lo que pasa?
que cuando empieza Caso cerrado,
se me ajunta el barrio entero.


Desde que llega el primero
se acomoda en un Sillón,
el otro en un butacón y...
el tercero coge una silla,
y yo de bobo en cuclillas,
mirándola desde un rincón.


Cuando viene mucha gente,
a ver la televisión,
cada cual da su opinión,
por un canal diferente,
luego salta un imprudente
Y de cualquier cosa hace un relato
después grita un mendecato,
y otro se pone de pie
y el que menos disfruta y vé
soy yo.. el dueño del aparato.


¿Qué te parece compay?

– jajajaja Robertico pero eso es increíble, que te sucedan cosas así.
–Si Maku, a mi me sucede todo lo que a otros no le suceden, mira por ejemplo cuando yo estuve en el ejercito, era jefe de un batallón de infantería.. Y como tu sabes en las noches tenía que exigir que todos durmieran y no hablaran, para descansar y despertarse en la diana, para posibles maniobras...
–Eso es correcto y tu como Teniente, es lógico que le exija disciplina a la tropa..
–Así debe ser, pero por las noche escuchaba y eso era casi todos los días: “Pasarme la cantimplora, Pasarme la cantimplora...”
–No me digas Robertico y que hicistes.
–Pues Maku, un día me enoje y grite: ¡Firme, todos los soldados! (...) Se bajaron de la cama y se pusieron firme a lado de su cama y dije: ¡Batallón, los que están diciendo “Pasarme la cantimplora que den un paso al frente.” (...) Todos dieron un paso al frente excepto uno que se quedo en su puesto.
–Que bien, siempre hay un disciplinado, un soldado con honor.
–¿Honor? Yo le dije a la tropa, “ven este soldado, es digno de admiración y respeto.... Soldado, como se llama usted... Y el muy... Me dijo... Me llamo Pedro Pérez Capitán y me dicen.. La Cantimploraaaaaaaa..
–jajajaja, mira si se quieren divertir, en el próximo escrito lo haremos reír.

Roberto Fernandez