lunes, 4 de diciembre de 2023

El Baile del Jilguero


Apenas brilla un lucero,
Astro risueño de prima,
Te vas al baile que anima
a algún poeta tiplero.

Allí luces tus atuendos
con esbelta hermosura,
y haces que mi corazón,
se enamore de tu dulzura.

La orquesta suena un Danzón
y en medio del gran salón
Se ve esa túnica roja
con que luces tus caderas,
y yo me quedo en embeleso
con la luz de tu hermosura.

Baila y gozas sin fin;
canta como un pregonero
que tu ritmo es de algodón
que enjaula al mundo entero.

Mis pasos no se redoblan
ni me siguen el compás
no recuerdo ya la clave
si es de Sol, o es de Fa.

Revoloteó como nadie,
me siento dueño
del bosque y del aire,
y en el árbol de limón
veo a un pájaro bravo
con la elegida vergeta;
Y tú mi amada indiscreta
libres le cantas al Sol
y me haces prisionero
del sabor de tu esplendor.

Roberto Fernández
 FOTO: Obra de Gitana Bailando de Francisco Rodríguez Sánchez Clemente pintada a mano e impresiones artísticas sobre lienzo.

Te esperaré


Te esperaré cada segundo,

de interminables momentos;

Te esperaré como nunca

te sabrán esperar...


Correré como antílope

calles y valles

gritando tu nombre

más allá del umbral.


Pasarán Golondrinas,

anunciando mis versos,

cantarán las flores

con loca pasión.


Me sentaré tranquilo

en el Tronco seco

en el que tantas veces

nos desnudamos al amor.


Roberto Fernandez

¡Ven, Mujer!!!


A
penas son tus ojos,
índicos destellos,
y tus pupilas se ven
en lontananza,
parecen altivos
e impenetrables
como gigantes centinelas
que te abrazan.

Apenas te deslumbro
en amapolas,
como febril juguete
en la alborada.
¡Venid a mi mujer
de mis tertulias!
Quiero con mis versos
besar tu alma..

¡Ven! Y canta tu grandeza
esplendorosa
Para que el mundo conozca
tu entereza,
de tu palpitante
corazón como braza
que embellece al firmamento
y sus estrellas.

Flores relucientes
y esplendorosas
es tu extirpe
de mujer poblana
cual agrestes colosos
cuyas frentes
se elevan orgullosas.

¡Ven! Mujer te lo suplico
quiero ver tus alas
relucientes
hasta tocar las
nubes transparentes
arrullando al diáfano cielo
que te ennoblece.
¡Ven, mujer!!!

Roberto Fernandez