Te esperaré cada segundo,
de interminables momentos;
Te esperaré como nunca
te sabrán esperar...
Correré como antílope
calles y valles
gritando tu nombre
más allá del umbral.
Pasarán Golondrinas,
anunciando mis versos,
cantarán las flores
con loca pasión.
Me sentaré tranquilo
en el Tronco seco
en el que tantas veces
nos desnudamos al amor.
Roberto Fernandez