miércoles, 27 de diciembre de 2023

Lúgubres Brisas


Te necesito amor,
¡Oh dulce amada!
Con tu cara divina
y tu estirpe dorada.

Con la corona de flores
que adorna tu cabeza,
que con júbilos de amor
siempre te nombra;

Y te besaran los céfiros
de plata y esmeralda
bajo mi endosa morada
que siempre te espera.

Y si puedo verte,
mi vida está llena
porque eres para mi
la más cautiva azucena;
¡Oh mujer! ¡Oh amada mía!,
Sollozaré de sombrío,
al saber que eres mía.

Y el aroma de tu encanto
todo lo sella,dándole fin al olvido
con siglos de llantos;
Y estaré muy triste
cobijado en un manto
que no tenga el calor
de tu cuerpo de estrellas.

¡Observa estas manos!
Son blancas y puras;
Están nerviosas
del recuerdo enlutado,
saben que ostentaron
con placeres tu cuerpo
del cáliz de amor
y el sabor de tus besos.

¡Ven corazón
que estoy abatido!
No puedo estar sin tí
¡Esto es un martirio!
Tus pasos serenos,
adornaran mi entorno
trayendo consigo
“amor y delirio.”

Rutila como un cirio
colmado del Sol
“lúgubres brisas”
trastornando mi embeleso;

Alzaré mi copa
por la felicidad de verte,
y nuestro encuentro será,
¡Oh dulce amada!:
Un cálido aroma
arrullado en versos.

Roberto Fernandez