miércoles, 27 de diciembre de 2023

¡Oh mujer virtuosa!


Eres luz y armonía,
y tu nombre tan hermoso
vibra como un suspiro
de infinita alegría
dentro del corazón.

Deja que el dulce canto
embriague los atardeceres
con nuestra historia íntima
que vivimos los dos.

¡Es tan dulce tu regazo
que en estrecho abrazo
se estremecen las estrellas
por nuestra gran devoción.

Tus ojos redentores,
tus índicos besares...
Tu perfumada brisa,
el eco de mi risa,
mezclan los sabores
al plácido rumor.

Por eso vida mía
te quiero más cada día
por ser tu la princesa
que a mi alma perfumo.

Roberto Fernández