Tengo tantas ganas de besarte,
de hacerte sentir
“mariposas en el estómago”
como tantas veces dijera el poeta.
De hacer que desees
con ansias mis besos,
y cierre tus ojos, allí donde estás
y me sientas más cerca.
Y hacerte embriagar,
soñando que me haces el amor
entre nubes de lirios y azucenas.
Tengo tantas ganas de adorarte
de convertir mis días en sonrisas
de ceñir tu figura de princesa
entre sábanas blancas
bordadas de estrellas.
Sé que estamos lejos uno del otro,
pero sé, que mi alma encuentra la tuya;
Por eso mis ilusiones
se vuelven quimera
cuando cierro mis ojos
y seduzco mi piel
sintiendo tu mano con sabor a miel.
Roberto Fernández
