Me dicen Don Juán Tenorio
Y que he roto el corazón,
de una doncella hermosa
que era hija de un gran Señor.
Y en esa misma ocasión
se vieron distintas cosas,
que por ser maravillosas,
se hacen dignas de atención:
Fue destruido mi corazón,
sin miramientos alguno,
porque ella con su encanto
seducío mi corazón.
Pero por ser de bajo linaje
nadie ve mi ansiedad
solo miran el sufrir
que parece una enfermedad
de mi doncella hermosa
que me jugo una maldad.
Entonces dicen que fué
Cuando con presteza zuma,
Me gritaron Montezuma,
y quien sabe cuantas cosas más,
por pretender decir la verdad
de mi doncella atrevida
que después de provocarme
me dejó hundido en la ruina.
Dicen que hasta en China,
dictaba ya mi sentencia
en cartas muy atrevidas
Y el cardenal Fernandina,
que era un hombre
muy pero muy cruel
preparo un estrado
para colgar de mi cuello
un lazo bien apretado
por no tener guillotina.
No es modo de justificar
mi mal comportamiento
pero que nadie venga
con invento
creando otra versión,
fue mi amada con su encanto
que provocando los encuentros
un día del mal augurio
me despidió con un beso.
Roberto Fernández
