El amor aveces debe irse
como se va la florida primavera,
del pájaro herido,
pobre de fe, de amor,
dando su adiós eterno,
sabiendo que
lastima al corazón.
Resuena en mis oídos
su llanto de dolor
pero es necesario
decir adiós al alba serena
porque hay sueños
que solo son ilusiones
que la dulce esperanza
el alma acarició.
Qué triste es despedirse;
Dar un adiós eterno
a lo que nunca en realidad existió
a un ser amoroso que apareció
y que no puedes ver, ni verás
porque los caminos son difíciles,
llenos de espinas para transitar.
Son tiempos modernos
de grandes ilusiones
y el chat, y no se
cuantas aplicaciones más
se deben usar
para amar a un amigo
pero para amar a un amor,
es como un baso
que se puede quebrar
en aras de la ilusión.
Hoy dentro de mi pecho
mueren los deseos,
muere mi alma inquieta
que poseía la fe,
y en pos de la quimera
y loco devaneo
se agita, y sufre y sangra
mi pobre corazón.
Lo siento, Adiós.
Esto no tiene sentido...
Roberto Fernández
