miércoles, 20 de diciembre de 2023

El Rey y el gran velorio


Fui rey por fortuna
del mas brillante trono
con diadema inmortal
del orbe que ceñía.

Mi linaje en él no sucumbía
todo era amor y bellas melodías,
pues reinaba tu corazón
con un inmenso gozo de alegría.

Tu eras mi reina que desde mi corazón
gobernabas hasta el ocaso del oriente,
ganando las batallas que yo ejercía
como César derrotó las Macedonias
despertándome el estruendo que yacía.

Pero ya todo paso,
y así pasan las glorias de este mundo.
Y vivo ahora
con el pesar muy profundo
de este reinado que
por muchos meses
era manantial cristalino de tu estirpe
y el lenguaje tierno de mis sicatrices.

Ahora sólo queda el recuerdo
de los besos de amor
que tu me dabas.
Dime Amor,
por qué te fuisteis?

Roberto Fernández