viernes, 22 de diciembre de 2023

Tristeza del corazón


En el parque
sobre la verde estela de hierva
me senté a meditar...

El sol acarició mis mejillas
y la brisa del viento
me saludó sin pesar.

Las manos rígidas mantuve
para poderme sostener;
Y como un niño lloré
escondiendo mi rostro
para que nadie se entere
de mi triste parecer.

Mis ojos se cerraron lentamente,
y en tenue claridad
tu rostro se hizo presente
sin tener voluntad
para calmar al corazón
que como un niño pequeño
se puso a saltar.

Llegaron a mis oídos
tus dulces canciones
y el eco de tu voz
no la pude ignorar;
Le pregunté al Señor
¿Por qué tu aparecisteis
sabiendo que jamás
te podré yo besar?

¿Qué te hice mi amada
en épocas pasadas?
¿Qué te hice mujer
que conmigo no quieres estar?

Tú sabes que te amo,
mis poemas te lo dicen
y sigues encaprichada
en solo amistad.

Fijo mis ojos en el lejano horizonte
ya mis hombros se sienten derribados,
quizás vencidos al amor;
pero te seguiré viendo
cual si no pasara nada
tratando de apagar
la llama de este amor.

Roberto Fernández