lunes, 25 de diciembre de 2023

El Retrato


¡Oh qué bello es mirar el horizonte!,
y recordar el rostro de mi amada,
es como querer pintar en un lienzo
la hermosa esfinge de su mirada.

Y que diré, de su sonrisa ardiente,
extendida en el ocaso, como centella;
Parace que suspira y clamorea
para que la luna gentil no se le ausente.

Y ¿Quién pintará su esbelta figura
que alumbra al firmamento
con su hermosura?

Ya DaVincy no está,
ni Giotto Di Bondone,
¿Quién? ¿Quién lo hará?

Recuerdo cómo nos conocimos,
fue en Facebook y en una semana pasamos
a esa cámara Chat ferviente de las pasiones,
donde al vernos le dimos
rienda suelta al alocado amor.

Hablamos de poesía,
de sonetos confusos,
del gozo que sería juntarnos
y convertir este deseo en una realidad.

Y entre pinceladas de amores
terminamos desnudos
sin poder contener el deseo al amor.

Y miré en sus lánguidos ojos
y en sus labios rojos
las llamas que embrujan
y lo mojada que estaba esa bella flor.

Quién sabe si mis versos
salidos de mi boca osada,
ansiosa, envenenada,
no iba a secar ya la rosa de su Pudor.

Terminamos cansados,
más bien abatidos,
sin preguntarnos siquiera
¿qué nos pasó?

Y ahora estoy aquí,
mirando su retrato,
que con lágrimas de dulzura
bañó este ardor.

Mañana otras ves al chat
hasta que pueda ir a su encuentro
en esa tierra hermana
que unirá al fin nuestro amor.

Roberto Fernández