Si supieras

Si supiera que mis poemas
traspasarían tu piel
y llegarán como lirios
a tu corazón..
Escribiría sin cansarme
para que entendieras mi amor.

Si supiera que canción elegir
con gusto la buscaría
para que tus oídos escuchen
mis plegarias y mi dolor.

Si supiera que huella pisar
donde pueda encontrarte;
Caminaría hasta desfallecer
para que tu vieras mi querer.

Si supiera que flor tomar
la tomaría entre mis manos
y la enjuagaría en mis lágrimas
para que sientas esta sed
que me hace enloquecer.

Si supieras Tú ¡cuánto te quiero!
y lo que sería capaz de hacer:
Te llenarías de gozo al saber
que aquí hay un hombre
dispuesto a todo y
hasta de hacer sangrar sus venas
por el amor de una mujer.

Roberto Fernández

Mi Ángel azul

De cóncavos metales son sus alas,
con un color azul de muerte
envuelta en estampido
Y en torrentes de dolor muy repartido
brota el Etnia con su alma aprisionada.

El espanto, el dolor, la ruina airada,
de la traición que enmarca una estocada
pues nadie merece no ser percibido
con el amor inquieto en estampido.

El hombre contra el ángel se enfurece
sin reconocer que él es esmeralda;
Son sus palabras latigazos fuerte
que oprime el corazón y los sentidos.

Vuela ángel azul a las tinieblas,
no permitas del burdo una ofensa
desmantela con tu encanto al desvalido
si al destruirte a tí mismo es tu victoria.

Tu debes ser feliz a toda costa
por tu noble virtud inclemente
y no te preocupes por mi, que tu partida
deja al soberbio miserable y en la muerte.

Recuerda con fragancias desmedida
que muchos te queremos a ti con vida
pues sin ti no existe un nuevo día,
donde podamos vivir con alegría.

Roberto Fernández

En mi jardín

He visto en mi jardín
dos tiernas amantes palomillas;
Una estaba tirada sin moverse
en el piso, y enredada
en sus alas había un lazo...

Y la otra me miraba suplicando:
“desata por favor a mi amada;”
Y lo entendí al ver batir sus alas
mirando fijamente mi regazo.

Cansada de no poder
hacer nada volvió a la rama
donde antes disfrutaron horas bellas
causando con su canto a las estrellas
horas tiernas de amor en luna nueva.

Apiadado de verla en tal tristura
llevando su dolor de rama en rama
a la otra desaté la ligadura
y con suavidad abrí sus tiernas alas
viéndola volar con hermosura.

Roberto Fernández