viernes, 22 de diciembre de 2023

El significado de una aplicación online


Aunque te leo muy ha menudo
debo decirles que usted
Inspira poemas en el alma.

Eres la persona
más importante en mi vida.

Cuando tu silencio aparece
mi corazón se aterra:
Te creo enferma, melancólica,
o quizás aburrida de estas charlas.

Me desespero
como nadie lo haría
por usted, jamás.

Tu corazón es flor,
simplemente ya no puedo
estar sin tu publicación.

¿Sientes lo mismo?
No lo sé
¿Me amas?
No lo sé
Me quieres?
No lo sé
Pero sí sé
que me respondes,
y que me das Like
y hasta haces un comentario...

Eso para mí es VIVIR
QUE IMPORTA
LO DEMÁS

Roberto Fernández

El desterrado


Me siento muy exaltado,

me palpita el corazón,

me creía desterrado

sin pena, ni compasión,

pero al decirme “te amo”

me robaste el corazón.


Lo digo con emoción,

le doy gracias a mi Dios

me concedió mi oración

yo me siento afortunado.


Por ti, ahora soy feliz

y al cielo me he elevado

halle el punto descifrado

de ingenioso y delicado.


No es vergonzoso el amor

ni mucho menos decirlo

te estoy amando mi amor.

Yo te amo con delirio.


Roberto Fernandez

Amor Guajiro


Te doy gloria a ti amada mía
por tu ilustre estirpe generosa
quiero regalarte a toda costa
alegres flores y frutas deleitosas.

Antes de dar fin a mi jornada
que no temeré al presente, ni al futuro
el que con su quietud vive seguro
que se esmalta con la lírica y la prosa.

Oh amor!
No puedo regalarte un anillo
ni de plata ni de oro fino,
pero si es casi seguro
que de mi jardín te haré uno
de los tallos del jazmín o de la rosas.
Será mi acto un atributo de tu memoria
cuyo grande es mi valor y pecho activo
es digno siempre de alabanza y gloria
porque mi fuerte brazo estará contigo.

Así como el sol quema la tierra
las verdes yerbas y esmaltadas flores,
con alegres embrojos y feliz mirada
reposarás tu cuerpo en mi morada
embelleciendo el entorno de mi choza.

Con amor, voluntad y gozo
y contento al son de una
templada sinfonía,
Flautas, tambores y campanas
loarán nuestro amor con grandes cantos.

No tendré riquezas que ofrecerte
pero si el fruto de mis manos
que sangraran por ti mientras yo viva
para ofrecerte a tí amada mía
el placer de ser feliz en estos campos.

Roberto Fernández