Órgano de la audición y el equilibrio.
La oreja, parte visible del oído, capta los sonidos y los transmite por un conducto corto al tímpano, que es una membrana delgada, semejante a la de un tambor, la cual vibra en respuesta a los sonidos; desde el tímpano, estas vibraciones son transmitidas por pequeños huesecillos del oído medio (martillo, yunque y estribo) hasta el caracol (también llamado cóclea), que está lleno de líquido, situado en el oído interno; las vibraciones que recorren el líquido estimulan las células nerviosas, las cuales envían impulsos por el nervio auditivo al ENCÉFALO, donde se interpretan como sonidos. El oído interno posee tres conductos semicirculares (el laberinto), también llenos de líquido, responsables del equilibrio; cuando el cuerpo se mueve, el líquido se desplaza y estimula a las células pilosas situadas en estos conductos, que envían impulsos nerviosos al cerebro, lo que lo mantiene informado acerca de la postura y movimientos del cuerpo. El dolor de oídos, frecuente en la niñez, suele deberse a infecciones del oído medio. La sordera de conducción se presenta cuando funcionan incorrectamente los huesecillos del oído medio o cuando está bloqueado el conducto auditivo; a veces puede corregirse quirúrgicamente. La sordera de percepción es incurable debido a que el oído interno o los nervios auditivos se dañan, en ocasiones después de la exposición prolongada a ruidos fuertes, pero es frecuente que pueda atenuarse con el uso de un dispositivo auxiliar de la audición.
Los cambios repentinos de altitud: Por ejemplo cuando se viaja en avión, pueden hacer que los oídos se taponen. Ello se debe a que en ambos lados del tímpano se iguala la presión, que normalmente es distinta.
oído de pegamento: Es la molestia común en la niñez, causada por la acumulación de un fluido en el OÍDO medio, por lo general después de un resfriado o una infección de las vías respiratorias superiores y esto puede causar una ligera sordera temporal.
FOTO: TRANSMISOR DE SONIDOS
Diagrama que muestra el oído medio y el oído interno, ampliación del dibujo que aparece a la izquierda. La fotografía (ampliada 830 veces) muestra cuatro hileras de células pilosas en el caracol o cóclea; cada célula posee alrededor de cien vellosidades encargadas de convertir las ondas sonoras en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como sonidos.