lunes, 25 de diciembre de 2023

El Louvre durante la Segunda Guerra Mundial


E
l Louvre parecía durante la Segunda Guerra Mundial un museo fantasma, debido a que por temor a un bombardeo o saqueo, obras de arte como la "Venus de Milo" o "La Gioconda" fueron llevadas a un lugar seguro a partir de 1938. Entre finales de agosto de 1939, pocos días antes de la declaración de guerra de septiembre, y mediados de diciembre no cesó el movimiento de camiones frente al museo.

En pocos meses 37 convoys se llevaron 3.690 cuadros y entre los primeros estuvo "La Gioconda", que dejó el Louvre el 28 de agosto de 1939 e inició un largo viaje que la llevó al castillo de Chambord en el Loira; luego a Louvigny, al convento de Loc-Dieu; y de allí al Museo de Montauban y al final al castillo Montal en Lot, en el sudoeste de Francia.

Las obras fueron llevadas a castillos y museos que estaban lejos de las ciudades y de las líneas de tren. "La Gioconda" es una de las obras que más veces se mudó de sitio y era vigilada constantemente.

Un Louvre vacío y huérfano resulta muy extraño en un museo que es visitado al año por 8,5 millones de personas. Cuando el Museo reabrió sus puertas el 1 de octubre de 1940 tras un año de cierre, resultaba casi irreconocible. Sólo estaba abierta la planta baja y sólo parcialmente. Y en la mayor parte de las salas faltaban muchas obras de arte. Algunas obras fueron sustituidas por una réplica de yeso, como la "Venus de Milo". Las guerras sólo traen esto, pérdida y destrucción.

Roberto Fernández