viernes, 15 de diciembre de 2023

Temor


Pensé en dejarte, más no pude
Del precipicio salté con regocijo,
llegando al mar, que estaba embravecido
enjuagando mis pensamientos enloquecidos.

Las olas de ese mar, chocan y enfurecen
y otras vienen y la alcanzan,
entre espuma y fragor desaparecen
y con el trote de mi cuerpo corrompido.

Recordé entonces tu mirada,
y pedí perdón al Dios del mar,
porque mi vida sin ti, no tiene sentido.

Roberto Fernández