lunes, 11 de diciembre de 2023

Ocurrecia casi infantil


Se me ocurre que,
hoy dormiré
en la pecera azul
entre las caracolas
y el castillo que,
le puse de adorno
al pez sobreviviente
que guardo en mi cuarto.

Se me ocurre que,
mi amor no es
ni más soberbio,
ni más dócil,
ni más sencillo;
Sólo es...
de algodón de azúcar
quizás de esponja
quizás de anaquel.

Se me ocurre que,
te pienso
y te extraño, o quizás
sólo te deseo desnuda
como la muñeca de trapo
que por descuido
se ve sola y triste
en el patio de mi vecina.

Se me ocurre que,
después de todo
ya no somos los de antes,
quizás la tecnología
nos une o nos mata.

Se me ocurre
pintar en las paredes
con un crayón invisible
tu nombre
porque no quiero
que lo vean
por temor a la envidia.

Se me ocurre hacer
una lumbre inapagable
para hacer señales
nuevas,
precisas
francas.

Se me ocurre que,
quizás me vas a querer
sin siquiera conocerme;
que de Google, o Facebook
pasaremos a WhatsApp
Y ahí
nos amaremos desnudos
hacia la eternidad.

Roberto Fernández