Llévame a tus sueños
donde el Sol jamás traspasa
los destellos de tus alas
y el frescor de vuestra alma.
Llévame a tus sueños
de misteriosa armonía,
donde la Luna es Diosa
donde la luz es alegría.
Llévame a tus sueños
perfumado entre flores,
que nunca el cierzo maltrata
el canto hecho de plata.
Llévame a tus sueños
de nubes escarlatas
cuyo ambiente de vida
mi corazón se restaura.
Llévame a tus sueños
que grato frescor derrama,
donde el pino y la Ceiba
confunden sus grandes ramas.
Llévame a tus sueños
que está cubierto de Hadas
con misteriosa armonía
que tu corazón iguala.
Llévame a tus sueños
y estemos juntos los dos
yo, consumiré tu fuego
Y tú, consumirás mi Amor.
Roberto Fernández