Mi corazón
estaba algo melancólico
hasta que leí tus versos.
Oh!, Versos de Amor,
que llenan mi vida vacía;
Una vida que vagaba
sin esperanzas,
un poeta triste sin añoranzas.
Tus Poemas son dulces,
en verdad llenan mi alma,
y me abre una puerta desconocida
para contemplar el hilo de tu vida
que se mezcla con la mía.
¡Oh! Una sonrisa de amor,
muy cerca de la puerta
que conduce al paraíso!
Mis sueños eran amargos,
ahora empezaron a convertirse en Oasis;
Soñando con unos labios cálido,
con sabor a rosa, con sabor a ti.
Esto es un secreto dulce.
¡Es sólo nuestro!
Es una conexión perpetua
del firmamento a la embriaguez.
¡Oh corazón!
Cuantas noches soñaré
con tus encuentros,
cuantas noches gritaré tu nombre
para ver si el eco llega a tus oídos
y al despertar presientas
que estuve en tu lecho contigo.
Y así en cada poema tuyo
mi vida pasará entre él morfema
del párrafo adormecido
que te hacen escribir
y a su vez soñar conmigo.
Roberto Fernandez
